MINI COUNTRYMAN Cooper ALL4
¿Un MINI es un MINI sin importar el tamaño o la forma? Pues sí. La marca inglesa vive un momento dulce, una segunda juventud, desde que pasó a formar parte del Grupo BMW. Desde 2001 se han ido sucediendo los éxitos, aunque atrás han quedado algunos inventos extraños como el MINI Paceman. En 2010 dieron el salto a un segmento que ya apuntaba maneras de convertirse en importante, el de los SUV. Fue entonces cuando el MINI Countryman vio la luz, el que es sin lugar a dudas el MINI menos MINI de la casa.
El MINI es un coche con claro enfoque juvenil, aunque no muchos jóvenes pueden acceder a pagar tanto dinero por un coche. Esto quiere decir que además del estilo se incluye mucha tecnología apta para los millennials como para los que no lo son. Faros de LED Matriciales, sistema de infoentretenimento de última generación, pantalla central táctil con hasta 8,8 pulgadas, Head-Up Display, así como un amplio abanico de elementos de seguridad activa y pasiva, son un buen ejemplo de todo lo que este coche puede llegar a ofrecer.
Lo bueno y lo bonito siempre sale caro, o al menos en la mayoría de casos. Este no es ninguna excepción, y el Countryman, a pesar de su forma y tamaño, tiene el orgullo de poder decir que es un MINI con todas las de la ley. Su diseño gusta a todo el mundo, a unos menos y a otras más, lo mismo que su interior, que llega cargado de tecnología y calidades. El espacio tampoco debe suponer un miedo ya que con la nueva generación esa problemática quedó subsanada. Y por último hay que hablar de rendimiento.